Uno de los factores que desde hace tiempo condiciona la compra de mis móviles es la presencia o no del Gorilla Glass. Después de tener varios terminales que han incorporado esta tecnología, se ha convertido en una de esas cosas que una vez pruebas ya no puedes estar sin ella. Primero, y esta es su característica principal, por su extrema dureza y resistencia a golpes y arañazos (comprobado fehacientemente por un servidor); segundo, y en esto no puedo ser certero ya que es una intuición, creo que es mucho más reacio a capturar nuestras huellas digitales (se da la casualidad de que los dispositivos que lo llevan son los más “limpios” que he tenido).
Mi terminal actual es un Samsung Galaxy S3, el cual incorpora esta protección de la marca Corning. En la red se pueden ver vídeos como este en el que se hace gala de sus propiedades:
Y claro, como comentaba antes, aquí un servidor le ha dado algún buen meneo que otro a móviles con Gorilla Glass, o los ha llevado en conjunción de elementos no recomendables como llaves, y ha comprobado su efectividad. Y también un servidor estaba de lo más tranquilo y contento pensando que la pantalla de su S3 es prácticamente indestructible.
Hasta que después de una caída de lo más tonta, ocurre lo siguiente: