Y es que lo que está ocurriendo con esta OMV es para escribir un libro. Simyo está resultando como esa pareja de la que te enamoras a simple vista, a la que le dedicas toda tu atención, de la que hablas bien a todo el mundo… y luego te das cuenta de que se va convirtiendo en una decepción. En el fondo te dices que todo es pasajero, que los problemas se irán arreglando con el tiempo, que es imposible que tanta gente se queje y no se solucionen las incidencias, pero van pasando las semanas y las cosas siguen más o menos igual.
Pero vayamos por partes. Como sabéis mis últimos post al respecto de esta operadora eran más bien tirando a buenos, pero llegaron las navidades y todo lo que observé a mi alrededor fueron una cantidad ingente de fallos que no pueden ser propias de una empresa que ha cumplido ya un año entre nosotros.
De todos eran conocidos los cruces de línea ocasionales, las llamadas fantasma, las desconexiones esporádicas (incluso aunque el móvil marque que tienes cobertura) y algunos problemas en facturación (sobre todo de internet). Pero de lo que he sido testigo estas últimas semanas supera con creces lo racionalmente aceptable.
Pongámonos en antecedentes. Muchos estáis al tanto de que, tanto mi novia y sus padres como yo y los míos, llevamos ya algún tiempo con Simyo. Llegaron las fiestas y tuve cerca a varias personas más (amigos y familiares) que también se hicieron de esta OMV siguiendo mis consejos. Y esto fue lo que observé empíricamente en primera persona:
– Los cruces de línea eran el pan nuestro de cada día. Es decir, llamabas a alguien y el que te contestaba al otro lado de la línea era otro. Pero el colmo fue cuando mi hermano dio un toque a un amigo suyo y pasó lo siguiente:
- Mi hermano busca en la agenda a su amigo y marca.
- Se oyen los tonos de llamada.
- Le descuelgan y le sale una persona sudamericana.
- Se disculpa y vuelve a llamar (la fuerza de la experiencia le decía que normalmente a la segunda ya funciona). Tengamos en cuenta que esas llamadas fallidas se cobran aún sin ser culpa del llamante.
- Esta vez le descuelga su amigo. Y aquí viene lo verdaderamente sorprendente: su amigo le cuenta que vio su llamada y cuando le descolgó habló con otra persona que no era la del número que le aparecía en pantalla (mi hermano). En otras palabras, cruzaron dos llamadas de dos personas distintas que se hicieron al mismo tiempo en la red. Ganancia segura, ya que lo normal es que vuelvas a llamar cuando pasa esto, Simyo gana como mínimo 2 establecimientos de llamada en vez de 1 (y eso suponiendo que no hablaras ni un segundo).
He leído que los de la OMV le echan la culpa a Orange que es la que les proporciona la cobertura (tienen alquiladas sus antenas). Yo no lo tengo muy claro, más bien parecen fallos en los equipos de conmutación de Simyo que no son capaces de enrutar correctamente las llamadas de sus abonados. Sea como sea, como usuarios nos debe dar igual lo que nos digan, nosotros pagamos a Simyo y son ellos los que deben procurar que su servicio sea lo más normal posible y que no tengamos que pagar cada dos por tres el doble sin necesitarlo.
El fallo de los cruces es algo que lleva mucho tiempo entre los que somos sus clientes. Es cierto que no es algo que se dé muy a menudo, pero estas navidades lo pude observar en una cantidad ingente de llamadas, no tanto mías como de gente a mi alrededor. Después de las fiestas parece que se ha mejorado un poco este tema, pero doy fe de que sigue pasando y no sólo a mí y a mis conocidos/familiares, sólo hay que leer los foros para darse cuenta.
– Las llamadas fantasma. Otro de los grandes problemas de Simyo, que también hace tiempo que pasa y sigue pasando.
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