Esta vez vengo con noticias “retro”, pues como bien sabes, el otro día opté por hacer mención a las gafas que Google estaba desarrollando para conseguir una auténtica revolución en el mercado. En este caso, me toca hablar del reloj, y aunque muchos todavía desconozcan que por ellos también ha pasado el efecto tecnológico, lo cierto es que siempre ha habido propuestas interesantes que incluían nuevas funciones en los relojes más tradicionales, modelos como LiveView y SmartWatch de Sony o los ya conocidos SPOT de Microsoft, son sólo un ejemplo.
Sin embargo, éste resulta ser un sector en el que se ha caminado siempre con pies de plomo, mucho más despacio que cualquier otro dispositivo como smartphones, ordenadores o Tablets. Quizá sea por el poco interés que han ido despertando entre los usuarios que optaban por adquirir este tipo de relojes avanzados, por considerar su pantalla muy reducida o incluso por limitaciones tecnológicas que no llegaban a convencer.
Lo cierto es que, como en otros aspectos de la vida, la moda vuelve, y cada día se escuchan nuevos rumores que parecen apuntar a un creciente interés por convertir a los relojes como un complemento tecnológico más, con todas las funciones que ya imaginamos en cualquier otro medio. Ahora la tecnología sí que nos permite hacer que éstos sean inteligentes y quepan en espacios que hace apenas un par de años resultaría impensable. Pero, ¿Podría un reloj evolucionar exactamente igual que un Tablet o las nuevas Project Glass de Google?
Lo cierto es que a día de hoy no, puesto que no presentan las mismas características y dimensiones, aunque es evidente que conforme avance la tecnología no me cabe la menor duda de que será posible y sobrepasará todas las expectativas y usos que se le pueda dar hoy. Por el momento, se pretende que el reloj haga funciones de “acompañamiento” a los smartphones y otros dispositivos, permitiendo controlarlos desde nuestra muñeca, aunque no se descarta otra función, como ser teléfonos completamente independientes.
El motivo por el que he querido compartir con vosotros esta información es porque muchos de los rumores que han reactivado el interés por el reloj apuntan directamente a Apple, ya que se cree, en base a las conclusiones de uno de sus ex empleados, Bruce Tognazzini, los rumores entre los portales más populares y las numerosas patentes que ha ido registrando la marca últimamente, que es ya una realidad que Apple esté trabajando en ofrecer un reloj completamente revolucionario: el iWatch.
Desde 2008 se habla de un posible interés de la manzana mordida por este tipo de complementos, sin embargo y a medida que pasa el tiempo, las posibilidades y ventajas que se pueden incorporar a un reloj van creciendo exponencialmente. Si Apple, u otra compañía puntera, estuviera interesada y dispuesta a lanzar un reloj de estas características, con funciones de Smartphone o simplemente como complemento de estos, seguro que conseguiría llamar la atención del mercado.
Bruce Tognazzini cree que el modelo de Apple podría incorporar multitud de opciones sorprendentes, como la posibilidad de actualizar y corregir nuestros mapas a través del GPS y la conexión entre el reloj y el iPhone, gracias a los datos que iría recogiendo el aun imaginario iWatch. También cree que el uso del reloj permitiría incorporar un nuevo sistema de seguridad, puesto que no tendríamos que introducir nunca más el código de desbloqueo del iPhone mientras se reconozca la conexión entre reloj-iPhone.
A través del reloj y Siri podríamos localizar el teléfono en el caso de pérdida y un sinfín de posibilidades que a día de hoy solo podemos imaginar. Lo que sí es cierto es que gracias al descubrimiento y mejora del revolucionario Grafeno, y las pantallas flexibles que actualmente están a punto de salir al mercado, permitirán jugar mucho más con el diseño y aspecto del reloj.
Todavía no hay nada confirmado, y todo esto son solo rumores e informaciones sin verificar. Tendremos que esperar a ver cuáles son los pasos de Apple y el resto y si optan por preparar los nuevos relojes del futuro, o prefieren demorarse un poco más.
