Que la crisis tantas veces anunciada y tan poco creída en muchas ocasiones está a la vuelta de la esquina creo que es algo bastante evidente a estas alturas. No hay más que ver el ejemplo que nos pone el Tendero Digital en su post Escenas de la crisis. Situaciones como esa se están viviendo cada vez más en comercios de todo tipo, hoy mismo un cliente ha venido porque su sistema operativo no arranca después de una incidencia eléctrica en su domicilio. Le hemos dado presupuesto, no siendo éste ninguna aberración monetaria en absoluto, y ha dicho que se lo tenía que pensar (está en paro) y que tenía que hacer números. Al final nos ha dado el visto bueno pero me ha hecho pensar que si reparaciones tan pequeñas ya se tienen que pensar tanto… malo malo malo.
Además en septiembre recibía un correo de una tienda online en el que se decía lo siguiente:
Durante las últimas semanas hemos estado recibido multitud de ataques de denegación de servicio distribuido por todo el mundo a través de internet y dirigido hacia nuestros servidores. Éstos ataques tienen la característica de saturar nuestra infraestructura informática con el único fin de que ninguna visita más, pueda ser atendida…
Hemos creído oportuno utilizar la vía abierta que tenemos con nuestros clientes a través del Magazine para informar a todos sobre éste nuevo estilo de ciberterrorismo que estamos padeciendo en estos días…
Tenemos indicios de que directivos de nuestra competencia, ante la imposibilidad de equipararse a nuestro conjunto de precios, calidades de los productos seleccionados, atención al cliente, servicio postventa, etc, han hecho un llamamiento público (a nivel personal) por internet a crackers con el fin de realizar este tipo de ataques… Todos somos conscientes de la crisis que está pasando España en éste momento, pero de ninguna forma justificamos éste tipo de ataques como una forma de eliminar a la competencia más propia de las mafias…
Diréis que no se trata de nada nuevo y que esto ya se ha visto en multitud de ocasiones, y es cierto. Lo que a mí me sorprende es que, si todo esto es cierto (que esa es otra, habría que ver si lo que nos cuentan es verdad), la cosa está poniéndose negra si empresas de este nivel (no estamos hablando de multinacionales ni mayoristas, seguramente su facturación será envidiable pero no dejan de ser tiendas online) están empleando estos métodos para hacerse la competencia.
Si esto sucediera entre tiendas físicas, me imagino al tendero de turno pagando a los macarras del barrio para que fueran a romperle el escaparate a la tienda rival, o a cortarle los cables de corriente eléctrica para que no pudiera abrir. Increíble a dónde estamos llegando.
