Tal y como comenté en un post anterior, aquí tenéis una review personal del terminal del que estoy disfrutando desde hace unos días: el famoso Samsung Galaxy S4. Hoy en día es muy difícil hacer una revisión que pueda resultar original, hay un montón de blogs profesionales que tienen acceso a los dispositivos incluso antes de sean puestos a la venta y realizan unos análisis buenísimos. Aún a sabiendas de todo esto, no podía resistirme a expresar unas cuantas anotaciones particulares.
El S4 se comercializa en la mayoría de países (incluido el nuestro) con estas características principales:
– Procesador Qualcomm Snapdragon 600 Quad-Core a 1,9 GHz.
– 2 GB de RAM. 16 GB de almacenamiento interno (teóricos como veremos más adelante).
– 13 MP de cámara principal y 2 MP de cámara delantera.
– Pantalla de 5” SuperAMOLED con una resolución de 1.920 x 1.080 Full HD y Gorilla Glass 3.
– Bluetooth 4, NFC. LTE 4G. Puerto infrarrojos.
– Batería de 2.600 mAh y 130 gramos de peso.
Unboxing
No puedo negar que nada más abrir el paquete y ver la caja del S4 me sorprendí, y eso que todavía no estaba mirando el móvil en sí. Samsung ha decidido que su terminal estrella ya te entre por la vista incluso antes de tenerlo entre tus manos, y lo ha conseguido dotando a la caja que lo contiene de un aspecto de madera muy llamativo (aunque no deja de ser cartón):
El contenido de la caja es el habitual: el móvil, la batería, el cable USB y el cargador (en color blanco), auriculares y poca cosa más. Nada que objetar, salvo la típica crítica de que un móvil de esta categoría debería incluir como mínimo algún detalle extra como una gamuza limpiapantallas y/o alguna funda aunque fuera básica.