Hace unos meses publiqué una noticia relacionada con la duración de las baterías de nuestros smartphones, las cuales se agotan cada vez más rápido debido al aumento de potencia y recursos que consumen nuestros terminales. Se trataba de Baterías de NanoTritium, una tecnología desconocida para muchos pero ya aplicada en otros campos desde hace unos cuantos años, donde se mostraba un posible interés por incorporarla a nuestros actuales dispositivos móviles al aumentar la capacidad de la batería considerablemente.
Pues bien, navegando por la red he observado una noticia que me ha hecho retomar la esperanza de que algún día podamos disfrutar de baterías acordes a la época tecnológica en la que nos encontramos. No me miréis así, la batería es posiblemente el componente más antiguo y subdesarrollado de un smartphone, hasta el tradicional botón ha evolucionado antes que ella.
Dejando de lado exageraciones y aunque nos hayamos acostumbrado a estas limitaciones, trastear el terminal escuchando música, viendo el correo o chateando, no debería hacer que la batería “muriera” en un plazo no superior al de las 24 horas. Puede que pida mucho, igual demasiado, pero por pedir que no quede. A todos nos ha pasado, estar whatsappeando durante el día mientras escuchamos música, hacer fotos, llegar la noche y encontrarnos con que del 98% hemos pasado a un triste 12%.
La noticia que hoy traigo va a hacer cambiar las esperanzas de muchos, sobre todo, de aquellos que viven pegados a un cargador. Se trata de un nuevo material capaz de lograr que las baterías aumenten su capacidad hasta diez veces más. La culpa de todo esto la tiene Shin-Etsu, una empresa japonesa dedicada a la fabricación de semiconductores, ya que gracias al uso de su tecnología, han conseguido fabricar una especie de láminas de silicona capaces de retener la carga eléctrica de una forma mucho más efectiva que con los actuales modelos fabricados en carbono.